En una medida ingeniosa para manejar la aglomeración en las populares playas, los residentes en Mallorca han optado por colocar carteles engañosos para disuadir a los turistas, especialmente a los “guiris”, de visitar las playas.

Estos carteles utilizan el inglés para mostrar advertencias falsas, mientras que emplean el mallorquín para transmitir la situación real, todo con el objetivo de mantener un equilibrio entre los locales y los visitantes.
Un ejemplo de esta estrategia única es el llamativo cartel en inglés que declara “Beware of dangerous jellyfish” (Cuidado con las medusas peligrosas), seguido del mensaje real en mallorquín, “Platja oberta. Ni guiris ni medusas”, que se traduce como “Playa abierta. Ni turistas ni medusas”. La intención es crear la ilusión de posibles peligros para los turistas extranjeros, mientras se alienta a los lugareños a disfrutar de la playa sin preocupaciones.
Este enfoque peculiar ha captado la atención tanto de turistas como de locales. Genera una conversación sobre el turismo responsable y resalta los desafíos de equilibrar la belleza natural de la isla con las necesidades de sus habitantes. A medida que Mallorca sigue siendo un destino muy buscado, esta táctica creativa muestra las formas innovadoras en que las comunidades abordan los problemas complejos asociados al turismo.