La historia de Abel González Pérez, desaparecido en circunstancias inquietantes el 18 de febrero de 2024 y trágicamente encontrado sin vida, se sumerge en una profundidad aún mayor con la revelación de su estado de salud mental y las condiciones de su desaparición. Residía en Videsalud, un centro concertado en Redován especializado en pacientes con enfermedades mentales graves, y había estado internado allí por más de ocho años bajo la tutela de la Generalitat.
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El señor González Pérez, que padecía de esquizofrenia paranoide, requería medicación regular, la cual no había recibido desde su huida del centro. La descripción proporcionada por las autoridades y su familia, detalla a un hombre de complexión delgada, con pelo entrecano y marrón, que había escapado forzando una salida de emergencia. El sistema de videovigilancia captó el momento en que abandonó precipitadamente la residencia, una imagen que subraya la urgencia de su búsqueda.
El hecho de que no llevaba dinero y su condición de no haber recibido su tratamiento habitual agravaba la preocupación. Fue visto por última vez corriendo en el barrio de San Carlos, cerca de la carretera Nacional-340, vistiendo solo vaqueros y zapatillas, y con una bolsa azul.
Su familia, continuando la búsqueda con la esperanza menguante conforme pasaban los días, enfatizó que Abel no era agresivo y mantenía un carácter sociable, aunque su bienestar dependía críticamente de la medicación perdida.
La confirmación de su fallecimiento marca un final desolador para una búsqueda que activó la participación de la Guardia Civil, la Policía Local y Nacional. Los intentos anteriores de Abel por abandonar el centro evidenciaron su dificultad con el régimen médico psiquiátrico impuesto por su institucionalización, pero nunca antes había desaparecido sin dejar rastro como en esta ocasión. La comunidad, así como las fuerzas de seguridad, permanecen en estado de shock ante la noticia y envían sus pensamientos más profundos a la familia de González Pérez en estos momentos sombríos.
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