Según ha detallado en un comunicado, se les considera presuntos autores de los delitos de trata de seres humanos con fines de matrimonio forzoso, matrimonio forzoso en grado de tentativa, malos tratos en el ámbito familiar, lesiones y violencia de género.

La Guardia Civil ha precisado que la menor “únicamente podía salir del domicilio para acudir al instituto”, además supuestamente era obligada a vestir como sus progenitores querían y era vigilada para que no hablara con otros chicos en el centro escolar.

En su domicilio, donde solían residir seis personas, la niña estaba siendo obligada a realizar todas las tareas domésticas bajo distintos tipos de amenazas y coacciones, según ha añadido el cuerpo armado.

Durante el verano del año pasado, la familia se trasladó a su país de origen para celebrar la fiesta de compromiso y tenían la intención de casarla antes de que cumpliera el año de esta celebración en el mismo país extranjero, al ser conocedores de que estos actos son ilegales en España. Una vez llevado a cabo el casamiento, la menor iba a ser trasladada a la provincia de Alicante donde residiría con su marido.

El prometido regaló un móvil a la menor y era obligada por su familia a mantener contacto telefónico con su futuro cónyuge, que, según el relato de la Guardia Civil, “coaccionaba a la niña de manera constante con la intención de que una vez que se iniciara la convivencia con ella ésta no saliera de casa y atendiera las necesidades domésticas de la vivienda donde residía”.

Tanto las diligencias instruidas como los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de El Ejido. La investigación ha sido llevada a cabo por el Equipo del EMUME de la UOPJ de la Guardia Civil en Almería.